Tomadas en La Casona (Reinosa) 7 de octubre de 2011
HASSANNA AALIA EN REINOSA: “NO LE NIEGUEN LA MIRADA AL PUEBLO SAHARAUI”.
El pasado 7 de octubre, en el marco de la Semana organizada por Cantabria por el Sáhara y la Fundación Mundubat, Hassana Aalia, joven activista saharaui por los Derechos Humanos residente en la ciudad ocupada de El Aaiún, pronunció una conferencia sobre la situación de los Derechos Humanos en el Sáhara Occidental en el Salón de Actos del Centro Cultural La Casona, de Reinosa.
Hassana, ayudado en la traducción por Embarek Abdelkrim (Simba) desgranó con voz pausada pero firme, su experiencia vital, corta en años, pero intensa y ya plagada de detenciones y torturas por su participación en la Intifada de 2005, con apenas 16 años, o en el Campamento de Gdeim Izik. A pesar de estas duras experiencias y de la represión a la que cotidianamente se ve sometido su pueblo, no hay un ápice de rencor en sus palabras, palabras preñadas de ansias de paz, palabras que, aunque no dudaría en tomar las armas si fuere necesario, rechazan la guerra como solución al conflicto que mantiene a su pueblo refugiado y oprimido, palabras que en Reinosa llamaron nuevamente al mundo a no negarle la mirada al pueblo saharaui.CARTA DEL JOVEN ACTIVISTA SAHARAUI HASSANNA AALIA
Os escribo estas palabras desde el corazón del infierno.
Hace un año fue El Aaiún y hoy son nuestros hermanos de Dajla. Un año de diferencia, pero las mismas aspiraciones que entonces y las mismas también que hace 36 años: Libertad, independencia, autodeterminación y paz, toda la paz del mundo. Queremos vivir en nuestra tierra sin yugos , que no se nos excluya del trabajo, del estudio, de la vida, al fin y al cabo.
Para ello, nuestros padres y nuestras madres nos enseñaron a amar esta tierra, a quererla y respetarla, a luchar por ella con toda la convicción del mundo. Ese es nuestro único delito, ese el único motivo por el que muchos de nosotros sufrimos la persecución, el encarcelamiento, las desapariciones y un largo etcétera. Es el único delito que han cometido nuestros hermanos de Dajla, hastiados de sufrimiento. Es por eso que el aparato represor de Mohammed VI despliega toda su maquinaria de sangre para masacrarnos, como si no fuera bastante todo lo sufrido en estos casi 36 años de ocupación, cómo si no fueran suficientes las lágrimas de nuestras madres, hijos, hermanos; cómo si no fueran suficientes las vidas truncadas y las juventudes no vividas a las que esta maldita ocupación nos ha condenado.Gdeym Izik fue un grito a la humanidad, un grito desgarrado, cargado de cansancio por vivir una situación insostenible, un grito que consiguió fijar los ojos del mundo en nuestra tierra. Ayer fue Gdeym Izik y hoy es Dajla, dos símbolos de la opresión perpetrada por Marruecos, pero también dos símbolos de nuestra resistencia.El magnífico edificio que alberga el Centro Cultural La Casona, en el centro de Reinosa.
Estamos eternamente agradecido a nuestros hermanos españoles por acompañarnos en la lucha, día a día, codo a codo. Sin ellos, el camino sería mucho más complicado sin duda. Necesitamos que siga ahí y que presionen a sus gobiernos para que este calvario llegue a su fin de una vez por todas. Condenamos, sin embargo, la actitud del Gobierno Español, que nos defrauda una vez más, sin haberse pronunciado a día de hoy sobre estos nefastos acontecimientos para nuestro pueblo.
Denunciamos el olvido al que muchos medios de comunicación españoles intentan condenar a nuestra justa causa.Me despido lamentando que sea la sangre la que ponga de actualidad nuestro conflicto, lamentando la muerte de más hermanos, lamentando que el mundo solo incline su mirada hacia nosotros cuando el horror nos invade por completo. Cada segundo, cada minuto, cada hora de cada día desde hace 36 años son un suplicio para este pueblo, nuestro pueblo, dividido, refugiado y ocupado. No nos neguéis vuestra mirada. SÁHARA LIBRE
Os escribo estas palabras desde el corazón del infierno.
Hace un año fue El Aaiún y hoy son nuestros hermanos de Dajla. Un año de diferencia, pero las mismas aspiraciones que entonces y las mismas también que hace 36 años: Libertad, independencia, autodeterminación y paz, toda la paz del mundo. Queremos vivir en nuestra tierra sin yugos , que no se nos excluya del trabajo, del estudio, de la vida, al fin y al cabo.
Para ello, nuestros padres y nuestras madres nos enseñaron a amar esta tierra, a quererla y respetarla, a luchar por ella con toda la convicción del mundo. Ese es nuestro único delito, ese el único motivo por el que muchos de nosotros sufrimos la persecución, el encarcelamiento, las desapariciones y un largo etcétera. Es el único delito que han cometido nuestros hermanos de Dajla, hastiados de sufrimiento. Es por eso que el aparato represor de Mohammed VI despliega toda su maquinaria de sangre para masacrarnos, como si no fuera bastante todo lo sufrido en estos casi 36 años de ocupación, cómo si no fueran suficientes las lágrimas de nuestras madres, hijos, hermanos; cómo si no fueran suficientes las vidas truncadas y las juventudes no vividas a las que esta maldita ocupación nos ha condenado.Gdeym Izik fue un grito a la humanidad, un grito desgarrado, cargado de cansancio por vivir una situación insostenible, un grito que consiguió fijar los ojos del mundo en nuestra tierra. Ayer fue Gdeym Izik y hoy es Dajla, dos símbolos de la opresión perpetrada por Marruecos, pero también dos símbolos de nuestra resistencia.El magnífico edificio que alberga el Centro Cultural La Casona, en el centro de Reinosa.
Estamos eternamente agradecido a nuestros hermanos españoles por acompañarnos en la lucha, día a día, codo a codo. Sin ellos, el camino sería mucho más complicado sin duda. Necesitamos que siga ahí y que presionen a sus gobiernos para que este calvario llegue a su fin de una vez por todas. Condenamos, sin embargo, la actitud del Gobierno Español, que nos defrauda una vez más, sin haberse pronunciado a día de hoy sobre estos nefastos acontecimientos para nuestro pueblo.
Denunciamos el olvido al que muchos medios de comunicación españoles intentan condenar a nuestra justa causa.Me despido lamentando que sea la sangre la que ponga de actualidad nuestro conflicto, lamentando la muerte de más hermanos, lamentando que el mundo solo incline su mirada hacia nosotros cuando el horror nos invade por completo. Cada segundo, cada minuto, cada hora de cada día desde hace 36 años son un suplicio para este pueblo, nuestro pueblo, dividido, refugiado y ocupado. No nos neguéis vuestra mirada. SÁHARA LIBRE
Septiembre de 2011
Fotos y textos de:
UN SALUDO DESDE EL SUR DE ABYA YALA: CACHIS